El marketing deportivo y el fútbol en la nueva normalidad.
En el mundo del deporte, el impacto causado por la pandemia ha sido devastador. La inmensa mayoría de los campeonatos que se estaban disputando en Europa se han visto obligados a la suspensión de los partidos, y son muchos los casos en los que todavía no se sabe cuál será el desenlace definitivo de las competiciones. Es fácil intuir entonces que, sin partidos de fútbol, sin actividad competitiva, no hay actividad económica para los clubes y entidades deportivas.
A día de hoy esta es la situación. En España y Alemania parecen tener en mente la reanudación de la competición, en un calendario comprimido de partidos cada tres días y alargar el desenlace de las ligas (LaLiga y Bundesliga) durante los primeros meses de verano. En Portugal ya tenemos incluso fecha oficial para la vuelta de la competición: el último fin de semana de mayo.
Caso distinto son Holanda y Francia. Sus federaciones y organismos gestores ya han decidido el fin de la competición. Sin campeón en el caso de Países Bajos, y con el PSG como campeón de la Ligue 1 en el campeonato francés.
Por su parte, otras ligas también muy importantes como la Premier League inglesa o la Serie A italiana no tienen tampoco un plan claro de actuación y no han decidido todavía si dar por terminada la competición o no. Tengamos en cuenta además que la Premier es la liga de fútbol que más ingresos genera en todo el mundo.
¿Y las competiciones europeas?
En cuanto a competiciones europeas como la Champions League o la Europa League tampoco cuentan con fechas ni noticias sobre su desenlace, el cual sería si cabe más complicado por la necesidad de coordinarse con los diferentes países, visto que a cada uno le ha afectado de manera diferente, y se van cumpliendo plazos y medidas distintas en cada uno.

Esta es a día de hoy la complejidad del asunto. La dificultad de tomar una decisión tan importante se hace cada día más grande.
Fijémonos sencillamente en nuestra liga nacional. LaLiga no solo es una marca mundialmente conocida. Es también una de las competiciones deportivas que más volumen de negocio genera y una de las más seguidas del globo.
Si sabemos que su actividad es uno de los activos más importantes de la economía del país, y supone aproximadamente el 1,4% del PIB, nos daremos cuenta de cómo de importante es esta actividad en nuestro tejido productivo.
Consecuencias de la pandemia en el deporte
Sin la posibilidad de seguir llenando estadios y vendiendo entradas, la economía de los clubes se resiente. Solo en el caso del FC Barcelona por ejemplo, la venta de entradas disponibles suele estar entorno a las 30-35 mil entradas por partido. Pongamos que de media el precio estuviera en unos 70 euros, el negocio por un fin de semana de partido rondaría una facturación cercana a los 2.5 millones de euros.
Son varios los clubes que han incurrido en reducciones de salarios o donde sus propios futbolistas han decidido ayudar con la contribución de parte de sus sueldos para mantener los puestos de los trabajadores del club.
Qué pasa con los sponsors. Muchos de ellos invirtieron en su momento en vallas, lonas, publicidad en camisetas, merchandising, patrocinios de viajes, espacios del estadio o ciudad deportiva, etc. Contratos de patrocinio de cantidades importantes que también se ven afectados ahora ante la falta de actividad.
Operadores de derechos televisivos son sin duda uno de los más afectados. Los contratos televisivos son el ingreso principal en el que se sustentan las finanzas de la gran mayoría de clubes de primera y segunda división, y si no hay partidos por televisión, los contratos también se ven mermados.
En general afecta de manera global y en muchos ámbitos. Puestos de comida de los estadios, empleados de mantenimiento, limpieza, seguridad, comerciales. Una rueda que arrastra a mucha gente.
Entonces, ¿hacia dónde va el fútbol?
Si nos ponemos en la situación de que el fútbol se reanuda durante el verano, no lo hará con estadios repletos y grandes concentraciones de aficionados. Quizás pueda valorarse un aforo reducido en hasta un 50%, o incluso decretar todos los partidos a puerta cerrada.
Pero nuevos horizontes se abren y es en los momentos de crisis cuando surgen también nuevas oportunidades.
Hemos visto en redes sociales como muchos clubes han potenciado sus canales de comunicación y han acercado más si cabe el día a día de sus jugadores, entrenadores, empleados del club. Entrevistas personales, charlas entre jugadores, momentos históricos….Y los resultados han continuado siendo buenos o incluso mejores que en otros momentos de la antigua normalidad.

También se están valorando nuevas herramientas que acerquen todavía más al espectador la experiencia aunque no esté en el campo. Una de la ideas es microfonar a los jugadores y entrenadores durante todo el encuentro, lo cual suena muy interesante.
Podremos ser testigos de conversaciones, broncas, correcciones y piques mientras se desarrolle el encuentro, un aspecto hasta ahora poco explotado y que sería de tremendo interés para el aficionado.
En definitiva todo apunta a que entramos en una “nueva realidad”. Pero esperemos también que venga acompañada de una solución temprana contra el virus para que podamos disfrutar del deporte y de la vida, sin riesgos para la salud.